Cada vez somos más los ciudadanos que asistimos con creciente pavor a los desmanes del gobierno de Alemania, capitaneado por la canciller Ángela Merkel. Alemania está ordenando a los gobernantes y responsables económicos de cada país de la zona Euro, especialmente los del sur de Europa, que cumplan con los diktats de austeridad que el ministro de Finanzas Wolfgang Schaüble y sus secuaces ordenan. La razón que arguyen es que los países del sur de Europa han recibido muchas ayudas de Alemania, y que ahora toca pagarlas, cueste lo que cueste.
Conviene recordar que el Banco Central Europeo –con sede en Fráncfort, Alemania– presta a los bancos al 1% mientras que estos mismos bancos prestan al 6% a los países que necesitan crédito para pagar la deuda. Negocio redondo. Hay un desfase del 5% muy claro que beneficia al especulador financiero. Es una situación muy grave puesto que no se está velando por el bien común, sino por el enriquecimiento desmesurado de unos pocos: los banqueros y los especuladores.
Para poder pagar la deuda de los países se tienen que pedir créditos que conceden los bancos, pero no es posible conseguir dichos créditos directamente del BCE al 1% de interés, excepto en el caso de Alemania. Es también interesante advertir que la deuda alemana es superior a la de países amenazados por ella, como por ejemplo España. Sin embargo esto parece no importar demasiado, porque se dice que la solidez de Alemania y su seriedad da más garantías que cualquier otro país, y es por ello que a los demás países se les castiga con la denominada prima de riesgo, puesto que hay más posibilidades de que no puedan llegar a pagar la deuda. Entre los países que es imposible que puedan pagar la deuda –porque su PIB es inferior a los intereses de la misma– se encuentra Grecia, país que por ese pecado está próximo a abandonar el Euro.
Honestamente, no entiendo como puede calificarse a Alemania de país serio, sólido y confiable: durante el siglo pasado provocó dos guerras mundiales, perpetró un holocausto e invadió a media Europa. Con semejante currículum no entiendo como se le puede dar el poder absoluto y la capacidad de decisión sobre los otros países que se le está dando. Grecia, Italia y España son ya un protectorado alemán de facto: se aplica lo que ordenan sus ministros. Alemania no puede dar lecciones de política, moral ni solidez, en todo caso puede enseñar al resto de Europa como fabricar eficaces lavadoras, elegantes vehículos y eficientes productos químicos, y como venderlos masivamente a los países del sur de Europa. En eso Alemania puede darnos muchas lecciones, en fabricar y vender productos de calidad.
Sin embargo, ser buenos fabricantes y competentes vendedores no otorga el estatus de buenos gobernantes. También China es un país productor y vendedor y no por ello aceptamos sus tesis económicas y políticas. De Alemania, en cambio, lo aceptamos todo. Esto ha sido así hasta hoy. Yo y un buen nutrido grupo de ciudadanos empezamos a estar más que hartos de los desmanes alemanes, que están llevando a la destrucción económica y a la depresión absoluta de regiones europeas que no son tan avanzadas industrialmente, pero que son tesoro y baluarte de la cultura occidental, como Grecia.
En conclusión, como europeo no aceptaré jamás una Europa donde Grecia sea un país de segunda fila y Alemania el brazo ejecutor de los deseos de especuladores. No queremos que se dicte lo que debe ser Europa desde el Deutsche Bank. No admitimos los dictados alemanes de austeridad y por ello exigimos el abandono de Alemania de la zona Euro, así como también el abandono de Alemania de la Unión Europea, por el peligro latente que representa. No admitiremos jamás cualquier injerencia en la soberanía de los países europeos que venga desde Berlín. Los políticos alemanes deberán contentarse con gobernar para Alemania, y atender a los valores europeos que han dotado a Alemania de democracia, unidad y reconocimiento tras la caída del muro de Berlín. Por nuestra seguridad, no podemos dejar a Alemania que gobierne Europa, puesto que históricamente sabemos que de esa decisión no puede llegar nada bueno: el complejo de superioridad alemán impregna cada decisión que toman los gobernantes de ese país.
2 respuestas a «Exigimos la salida de Alemania del Euro»
y también que nos devuelvan Gibraltar y las 'colonias de América…(es ironía, por si no se notase)
Bueno, lo mío también estaba llevado al extremo, como los artículos de Salvador Sostres, en realidad no quiero que Alemania deje la Unión Europea ni nada de eso, pero sí que cada estado sea soberano y que Alemania deje de tocar las narices al resto.
Por cierto, que lo que tu llamas ironía con lo de Gibraltar al gobierno no se lo parece: la reina no va a ir al Reino Unido a celebrar no se qué coronación para no herir la sensibilidad de España con Gibraltar.