No hay mal que cien años dure

Por motivos personales, el fin de semana pasado fue duro de llevar. El temor a la pérdida, el miedo al vacío, o lo que es peor: la incertidumbre; estos sentimientos me absorbían por completo. Pensaba que, si bien no todo estaba perdido, la brizna de esperanza que tenía se marchitaba. Pues bien, una semana más tarde todo está solucionado, mi confianza se ha vuelto férrea y la temida pérdida no ha sucedido. Todo puede cambiar en cuestión de días, aunque claro está, se tiene que trabajar para conseguirlo.

Sucede que a veces, aún cuando sabes que has hecho lo correcto, el devenir de los acontecimientos te lleva al fracaso, al desengaño o a la incomprensión. Y no sirve de mucho saber que tu eres sincero, legal, íntegro, fiel y leal. Podemos tener recompensa interior, pero no exterior. Esto me lleva a preguntarme a mí mismo si todo se tiene que valorar en términos de recompensa. Sea como fuere, este fin de semana se ha solucionado algo que creía imposible, lo que me lleva a pensar en la veracidad del famoso dicho: «no hay mal que cien años dure».

Posiblemente después de varios años, cuando volvamos la vista atrás, pensaremos en ésta época como un tiempo duro que nos tocó vivir; para algunos, otros tal vez no pasen tantas dificultades. Pero todo pasará. Éste gobierno incapaz desaparecerá como lágrimas en la lluvia, con suerte solo serán olvidados, con justicia serán recordados como el ejemplo de la incapacidad, la soberbia y la corrupción de estado, y de cómo este ejecutaba leyes y decretos en contra de su pueblo, a mayor gloria de los mercados, bancos y gerifaltes varios a los que sirven. Pero como digo, todo pasará, nada es eterno… excepto el cambio.

4 respuestas a «No hay mal que cien años dure»

  1. Siempre he pensado que lo de "no hay mal que cien años dure" es un aforismo de muy discutible consuelo si se toma al pie de la letra, porque los que no suelen durar cien años somos los humanos, así que muchos a los que los acontecimientos les hunden en la miseria no veran esa budista reconciliación que concede el tiempo cuando…cuando ya es tarde para muchas vidas. Pero me alegro de que a tí se te haya solucionado lo que sea que te preocupaba


  2. Lo malo de la situación actual no es que pase, que pasará, sino que no se dé su merecido a los culpables, por lo que pierda todo su valor como ejemplo para las generaciones futuras.


  3. Por cierto, estos captchas no hay Dios que los acierte.


  4. Muy cierto, el mal pasará en unos años y todo volverá a la normalidad, si es que alguna vez hubo normalidad; pero el sufrimiento lo pasaremos nosotros, y con la incertidumbre de no ver aún ninguna luz al final del túnel. Sin embargo, estoy seguro que piensan que aún nos pueden apretar más, que esto es solo el principio. Mientras tanto, los mejores se están yendo o aceptando rebajarse intelectual y salarialmente; los funcionarios, médicos, profesores, inmigrantes y parados son sistemáticamente demonizados y, como colofón, para que la unidad de todos no les tumbe, nos arrastran al odio entre comunidades, en aras de su concepto de "unidad", aquella que se aleja de quimeras y matices, al coste que sea, como ya hicieron en otros tiempos.


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