Canto jo i la muntanya balla, de Irene Solà

Introducción

Empecemos por una nota aclaratoria: a ver, el libro lo he leído en catalán pero hago la crítica en castellano, para que los que hayan leído su traducción (Canto yo y la montaña baila) no tengan que darle al Google Translator. De nada. Espero que la majestuosidad poética que despliega sus páginas en catalán no haya perdido su delicada gracilidad al pasar al elegante pero marcial castellano. Ya estoy haciendo un spoiler: el librito me ha gustado mucho.

Irene Solà es una autora relativamente nueva en el mundillo literario, fíjate que al principio la confundía con Eva Baltasar, la autora de Permagel, pero luego me percaté que la autora de Els dics era otra catalana.

Irene Solà, autora de Canto jo i la muntanya balla

El caso es que un compañero de trabajo me dijo: léetela que me da a mi que este libro te va a gustar. Y acertó. Tanto que es uno de mis favoritos, no solo por lo que cuenta, sino por cómo lo cuenta, como juega con el ritmo de la novela, como sorprende con sus cambios de protagonista, la audacia con la que nos mete, de lleno, en la montaña. Una apoteosis literaria, un buen gusto y una modernidad que ya quisieran para sí algunas vacas sagradas del panorama literario español.

Opinión de Canto jo i la muntanya balla

vayamos al grano, ¿de qué va Canto yo y la montaña baila? Pues va de la historia de una montaña contada por sus habitantes y por la montaña misma. De eso se trata.

Canto jo i la muntanya balla es una novela que transcurre en el Pirineo catalán, en una montaña situada entre Camprodon i Prats de Molló. Las leyendas y tradiciones pirenaicas se entrelazan con el misticismo mismo de la montaña, de la flora y la fauna que la habitan (incluso de los rayos de la tormenta), de sus habitantes y su folklore. Es también una historia de amor, entre Domènec y Sió, o más bien de los recuerdos de ese amor. Aquí todos tienen una voz, ya estén vivos o muertos, sean seres animados o inanimados, son todos los elementos que la montaña considera como suyos. La lectura de la novela puede resultar confusa, sobretodo al principio, pero su lenguaje poético y sus capítulos cortos y efectistas van atrapando sin remedio y uno espera que el cuento no se acabe nunca, que la montaña siga hablándonos, contándonos las miserias y las alegrías del pueblo que la habita.

Conclusión

Es una gran novela experimental que hace un uso intensivo del cambio de protagonista en cada capítulo para contar una historia un tanto confusa al principio; más adelante gracias a las distintas voces se nos va despejando, cómo se va despejando la niebla en las montañas del Pirineo en un día claro, y todo encaja. La novela hace uso de un lenguaje rico, poético y en ocasiones hasta místico (pueden llegar a parecernos pasajes bíblicos), y supone un reto para los lectores. Aquellos que no quieran tanta innovación y gusten de tramas más tradicionales con su exposición, nudo y desenlace tal vez la encuentren demasiado confusa y enrevesada y se les atragante un poco. Pero qué placer leer estas cosas de vez en cuando, qué nueva voz para la literatura, qué valentía y qué maestría narrativa.

Ficha técnica

TítuloCanto jo i la muntanya balla
AutorIrene Solà
EditorialAnagrama
Año2019
Páginas192
CategoríaNovela
Nota personal10
Comentario finalLo mejor que he leído en mucho tiempo.
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